LA INFLUENCIA DE LA APARIENCIA PERSONAL EN EL LIDERAZGO

por | Jul 17, 2023 | Imagen Personal y Profesional

¿Tu apariencia personal te beneficia o perjudica?


No es un secreto que la apariencia personal tiene un impacto en cómo nos perciben los demás. Esto es especialmente relevante en el ámbito del liderazgo, ya que una imagen pulida y presentable no solo refleja respeto hacia uno mismo y hacia los demás, sino que también puede sugerir el nivel de habilidades de liderazgo que poseemos. En la actualidad, el cuidado personal y el saber vestirse se consideran habilidades interpersonales importantes y por lo tanto forman parte del crecimiento personal, ya que están relacionadas con las habilidades de comunicación que nos permiten relacionarnos de manera efectiva con los demás.

Para cualquier individuo, y especialmente para un líder, el cuidado de la imagen personal se convierte en una herramienta esencial y poderosa, un activo altamente efectivo cuando se maneja de manera coherente y consistente, alineando todos los elementos que componen nuestra imagen. Cuando hablamos de “imagen”, no nos referimos únicamente a la apariencia física, sino al arte de combinar nuestro aspecto físico con nuestras formas de comportamiento, creando un atractivo, natural y espontáneo que va más allá de los estándares de belleza convencionales.

Dedicar tiempo a elegir atuendos adecuados, maquillaje o peinado es importante, pero también es esencial prestar atención a otros canales de comunicación que transmitimos. Nuestros gestos, lenguaje corporal y discurso deben estar en sincronía con lo que queremos proyectar. Una imagen personal efectiva requiere una coherencia entre lo que mostramos externamente y lo que somos internamente. No se trata de adoptar una imagen falsa, sino de proyectar una imagen que sea fiel a nuestra identidad y valores generando una conexión más profunda y genuina con los demás.

A continuación, te proporcionamos un listado de aspectos clave que te ayudarán a tomar conciencia de cada uno de los estímulos que generas principalmente a través de tu apariencia. Al ser consciente de estos elementos, podrás mejorar tu presencia, desplegar magnetismo, carisma natural, potenciar tu liderazgo, marcar la diferencia y sobre todo servir de inspiración a los demás.


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Sé auténtica  

Ser fiel a tu propio estilo y creencias es esencial para transmitir una imagen genuina. Tu estilo es un reflejo auténtico de quién eres mediante el cual destacas tu individualidad. Por lo tanto, nunca adoptes el estilo de otra persona que no se ajuste a tu personalidad, ya que esto solo te hará parecer disfrazada y restará naturalidad. Por ejemplo, si sabes que los tacones no son tu estilo y no te sientes cómoda usándolos, no te obligues a usarlos sólo para aparentar o equipararte con el resto. En su lugar, elige unos mocasines elegantes, unos tacones bajos y cuadrados u otro tipo de calzado que te haga sentir más cómoda y esté más alineado con tu personalidad y entorno.

Es fundamental distinguir entre inspirarte en una persona que admiras y con la que compartes puntos en común en cuanto a estilo, y adoptar por completo un estilo ajeno sin tener en cuenta tu verdadera identidad. Esto último sólo anulará tu esencia y autenticidad. La clave de la autenticidad radica en sentirte segura con lo que llevas puesto.

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Adapta tu vestimenta a cada situación

Al igual que ajustamos nuestro comportamiento según el contexto en el que nos encontramos, adaptar nuestra vestimenta al entorno o ámbito en el que nos movemos es un gesto de respeto y muestra de buen saber estar.

Es importante que un líder tenga la capacidad de vestirse de acuerdo con su cargo, su empresa, su industria y el tipo de cliente al que se dirige. La vestimenta adecuada puede variar significativamente dependiendo del entorno y la política de vestimenta. En un ambiente corporativo formal, se esperan trajes o atuendos de negocios elegantes mientras que en un entorno creativo o informal, se permite mayor libertad, pero aun así es fundamental mantener en todo momento una apariencia pulida y profesional. En cuanto a los accesorios, sigue la regla del menos es más y apuesta por elementos no llamativos y de calidad. Si estás interesada en conocer las prendas y accesorios básicos que toda ejecutiva debería tener en su armario, te invitamos a revisar nuestro artículo haciendo clic aquí.

Si has sido invitada a un evento profesional y no estás segura de cómo vestir, es importante tener en cuenta diversos factores contextuales. Estos incluyen el dress code (sea explícito o implícito) del evento, la hora del día, la localización, la agenda, el clima, tu posición jerárquica en la celebración, lo que deseas transmitir, entre otros factores más según el caso.

Saber vestirse adecuadamente de acuerdo a la ocasión es, sin duda, otra manera de demostrar habilidades sociales, a la par que genera una imagen de competencia y profesionalismo.

Es importante destacar que adaptar la vestimenta no significa perder nuestra autenticidad. Hay quienes, bajo la excusa de querer parecer auténticos o naturales, prefieren radicalmente ignorar el dress code en lugar de adaptar la vestimenta al entorno. Esta actitud en un líder sólo evidencia prepotencia, falta de compostura y incapacidad de adaptación al entorno. Como mencionábamos líneas arriba, el adaptar tu vestimenta es “saber estar” y este concepto no está reñido con el concepto de la autenticidad que se traduce en “ser fiel a tu estilo“. No son dos conceptos opuestos sino complementarios.

El “saber estar” no implica renunciar a nuestra identidad ni a nuestros valores. No se trata de elegir una opción sobre la otra, sino de encontrar un equilibrio adecuado. Esto puede lograrse a través de la elección de colores, accesorios o detalles que muestren nuestra originalidad sin comprometer el respeto por el entorno y las expectativas de los demás. Ten en cuenta el impacto que puede generar tu imagen en tus relaciones sociales y profesionales. Cuando nos vestimos de manera acorde a la situación, definitivamente nos sentimos más seguros y proyectamos una imagen de líderes preparados y respetuosos.

Si te sientes desorientada en este tipo de situaciones, no dudes en buscar ayuda profesional de un asesor de imagen. Aquí en nuestra plataforma, puedes explorar y contratar nuestros servicios especializados para obtener la asistencia que necesitas.

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Cuida tu higiene personal

La higiene personal constituye la base para proyectar una buena imagen personal. Asearse y darle mantenimiento (interno y externo) continuo al cuerpo es salud. Una persona aseada y bien cuidada, no sólo demuestra autoestima e inspira bienestar sino que favorece la empatía y facilita la comunicación social. Presta especial atención y absoluto cuidado a tres puntos estratégicos que a menudo reciben atención visual: El cabello, la dentadura y las uñas de las manos. Estos puntos destacan fácilmente y por ende pueden influir significativamente en la percepción que los demás tienen de nosotros.

Una cabellera estropeada, un mal corte, un peinado excesivamente desaliñado, raíces no retocadas pueden arruinar por completo una buena vestimenta, además de transmitir una imagen negativa de ti. Independientemente de si prefieres llevar tu melena larga, corta, lisa o rizada, es indispensable mantenerla saludable con una coloración adecuada. Al elegir peinados y tintes, no te dejes llevar únicamente por tendencias, toma decisiones teniendo en cuenta la forma de tu rostro así como tu tono de piel. Si te mueves en entornos más formales, puedes optar por estilos clásicos y atemporales como un moño bajo, una coleta pulida, un peinado suelto con ondas suaves o un corte bob.

Cualquiera sea el corte o peinado que mejor te encaje de acuerdo a tu tipo de actividad, lo importante es que tu cabello contribuya a proyectar una apariencia ordenada y cuidada. Incluso una melena rizada o un peinado messy perfectamente despeinado pueden lograr esa apariencia siempre y cuando se mantenga una adecuada hidratación y se utilicen los productos apropiados para texturizarlo. Un simple truco para mantener un cabello más saludable, prevenir la rotura, conservar el brillo y reducir el frizz es utilizar fundas de almohada de seda. Estas fundas no sólo protegerán tu cabello, sino que también evitarán acentuar las arrugas en el rostro.

En cuanto a la dentadura, practica un blanqueamiento supervisado si tienes los dientes amarillos, alinea tus dientes si lo necesitas y recurre a limpiezas periódicas profundas cuidando a la vez el aliento así como las comidas y bebidas que ingieres. En tu bolso no debería faltar nunca un cepillo interdental o el hilo dental o cualquier herramienta similar especializada en higiene oral para retirar restos de comida y evitar situaciones bochornosas.

Asimismo, es fundamental otorgar un cuidado óptimo a nuestras uñas brindándoles como mínimo una manicura básica asegurándonos que todas las uñas tengan la misma longitud y la misma forma. Usar esmaltes en tonos naturales o discretos siempre será una elección acertada. Es absolutamente vulgar e inaceptable presentar uñas con el esmalte parcialmente descascarillado. Si no te gusta aplicar color, lo recomendable es llevar mínimo una capa de brillo natural. Lucir uñas cortas resultará mucho más elegante, higiénico, además de práctico. Lo prioritario es mantenerlas en todo momento saludables e impecables. No olvides aplicar la crema de manos regularmente.

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Elige el perfume adecuado

Igual que la vestimenta debe adaptarse a tu estilo, personalidad, rango jerárquico, entorno y demás aspectos antes mencionados, el perfume también.

En un ambiente profesional tu perfume debe ir muy especialmente en congruencia con tu estilo de liderazgo. Como pauta general, elige un perfume que transmita una imagen de profesionalismo y aléjate de aquellos demasiado dulces y juveniles. Opta por perfumes con notas elegantes y refinadas como las flores blancas, los cítricos suaves o los aromas amaderados con proyección moderada, cuidando que no lleguen a ser invasivos y abrumadores. Deja los perfumes con poderosa estela para otro ambiente y ocasión.

Jamás adquieras un perfume por impulso o a ciegas. Recuerda que el perfume es otra forma de autoexpresión y forma parte de tu sello de identidad, es así que debes tomarte tu tiempo hasta conseguir el idóneo y quedarte con el que te haga sentir segura de ti misma, empoderada y confiada en tu entorno laboral.

Si buscas perfumes singulares, exclusivos con materias primas de primera calidad, explora el extenso abanico de fragancias que ofrece la perfumería de autor si es que no lo has hecho aún; te sorprenderá su variedad, creatividad e innovación.

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Cuida el aspecto de tus prendas y accesorios

Consigue que tu ropa y accesorios luzcan como nuevos con el mantenimiento adecuado, teniendo en cuenta las necesidades de cada tipo de tejido.

Utiliza dispositivos que te ayuden a conservar tus prendas en buen estado, como un vaporizador (perfecto para mantener tus blazers sin una sola arruga), discos antipolillas de cedro para evitar la desagradable sorpresa de encontrar agujeros en ese jersey de alpaca, o una afeitadora de tela, también llamada quitapelusas para mantener la superficie de las prendas libre de antiestéticas bolitas de pelusa que sólo perjudican nuestra imagen.

Tus zapatos y demás accesorios, como cinturones, bolsos, gafas, bisutería/joyería e incluso tu teléfono móvil, también requieren el mismo nivel de cuidado. Llevar zapatos desgastados, gafas con lentes rayadas, bisutería/joyería decolorada u opaca, o la pantalla del móvil rota sólo contribuye a degradar tu apariencia profesional.

Cuidar los pequeños detalles son los que pueden realzar la pulcritud de tu imagen y marcar la diferencia, por lo tanto conviene invertir tiempo y dinero en mantener tus prendas y accesorios en buen estado.

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No te excedas con el maquillaje

Un maquillaje ejecutivo debe buscar la naturalidad como objetivo principal; un maquillaje que favorezca sin ser evidente: un maquillaje natural. Este tipo de maquillaje tiene como propósito resaltar de manera sutil nuestros mejores rasgos, utilizando tonos neutros como rosas, duraznos o tonos tierra, tanto en sombras de ojos como en labiales. Para conseguir esa naturalidad, es clave respetar nuestro tono de piel. Así, el resultado será una apariencia fresca, luminosa y descansada, incluso cuando no hayamos tenido mucho descanso.

Dependiendo de tus rasgos y la ocasión, puedes elegir si resaltar los ojos o los labios, pero nunca ambos al mismo tiempo. A mayor naturalidad, mayor elegancia. Es fundamental contar con una rutina personalizada de limpieza e hidratación tanto diurna como nocturna si se quiere lograr una piel saludable y un maquillaje natural impecable.

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Vístete de acuerdo a tu tipo o forma de cuerpo

Cada una de nosotras tiene una morfología única. Lo que puede lucir bien en una persona puede tener el efecto contrario en otra, de allí la importancia de reconocer y aceptar la forma de nuestro cuerpo. Esto nos ayudará a elegir las prendas y complementos adecuados que resalten nuestras mejores características y disimulen aquellas con las que no nos sentimos cómodas.

Busca prendas que se ajusten a tu talla y se adapten a tu morfología, altura y complexión. Por ejemplo, si deseas disimular un busto prominente, evita prendas ajustadas con cuellos altos. Los volantes y estampados llamativos tampoco juegan a tu favor, ya que podrían atraer demasiada atención a esa área en particular. Elige prendas que favorezcan tu figura. Aunque existen reglas de estilismo útiles para poner en práctica, es importante no llevarlas al extremo pues siempre habrá cuerpos que desafíen esas reglas. Por ejemplo, se dice que las personas de baja estatura no deberían usar abrigos largos, pero personalmente conozco a mujeres que, a pesar de no ser altas, lucen maravillosas con abrigos largos debido a su complexión física.

Autoconocerse es esencial para lograr coherencia en tu imagen profesional y encontrar el equilibrio adecuado.

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Identifica los colores que mejor te sientan y úsalos para potenciar tu comunicación

Los colores pueden suavizar o enfatizar tus rasgos físicos tales como las ojeras, líneas de expresión, manchas, acné, color de ojos, etc. Realizar un estudio de colorimetría, de la mano de un experto, te ayudará a identificar qué colores te benefician o son más compatibles con tus rasgos.

Los colores, además, tienen un efecto emocional y significativo en las personas afectando nuestra conducta. A ello se le llama la psicología del color y puedes usarla a tu favor no sólo para mejorar tu estado emocional sino también para influir en el comportamiento y percepción de los demás.

Cada color puede generar diferentes sentimientos y reacciones en las personas según la cultura. Por ejemplo, el azul es un color ideal para llevar a cabo una negociación pues transmite seguridad y confianza. La psicología del color como estrategia, sin duda, contribuye a potenciar tu imagen de manera efectiva en diferentes contextos aprovechando al máximo el impacto visual. Por esta razón, resulta más que conveniente no dejar al azar la elección de los colores de tus prendas.

Cabe destacar que identificar los colores que te benefician no significa que debas limitarte exclusivamente a ellos, sino que te proporciona una herramienta poderosa en tu arsenal de comunicación para expresar con mayor efectividad tu personalidad y adaptarte a diferentes situaciones y contextos. Los colores son una forma de expresión visual y al utilizarlos de manera consciente, puedes proyectar confianza, autenticidad y coherencia en tus interacciones.

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Cuida tu lenguaje corporal así como tu vocabulario

Tu buena y bien trabajada apariencia física puede quedar totalmente socavada si tu lenguaje verbal y corporal no acompañan.

El lenguaje corporal es una forma importante de comunicación no verbal que se transmite a través de expresiones faciales, gestos, movimientos, posturas, contacto visual, proxemia (distancia física con los demás), entre otros. Estos gestos suelen ser inconscientes y pueden revelar más información que incluso las propias palabras, lo que los convierte en un factor decisivo en los juicios de valor que los demás hacen sobre nosotros. A modo de ejemplo, gestos inapropiados como rascarse los oídos con material de escritura durante una reunión o utilizar la servilleta para limpiarse el sudor o los dientes son altamente desfavorables y poco adecuados. Estos gestos descuidados y poco higiénicos envían señales negativas sobre tu nivel de etiqueta y consideración hacia los demás. Proyectan una imagen de falta de atención y falta de respeto hacia las normas sociales.

No olvides jamás que tus acciones y gestos comunican mensajes poderosos. Un líder ha de ser plenamente consciente del impacto de su lenguaje corporal y capaz de dominarlo en todas sus facetas.

Practicar buenos hábitos como establecer contacto visual, tener la capacidad de escuchar, dar un firme apretón de manos, mantener una postura adecuada u ofrecer una sonrisa genuina adquieren gran relevancia puesto que otorgan poder al líder. En resumen, adoptar un lenguaje corporal abierto y empático en consonancia con tu mensaje verbal te ayudará a mantener la coherencia, la credibilidad, así como a generar carisma y reforzar tu presencia como líder.

En lo que respecta al vocabulario, se ha comprobado que el uso de un lenguaje positivo y adaptado a cada audiencia y contexto no sólo captura mejor la atención de nuestro interlocutor, sino que también promueve un ambiente agradable. Sin embargo, en ocasiones, se olvida un detalle crucial: ajustar el tono y el volumen de la voz según la situación. Este simple ajuste puede demostrar tu grado de empatía como líder; rasgo que es imprescindible en todo líder.

Presta igualmente atención al número de muletillas o frases de relleno que empleas en tu comunicación tales como: esto…, bueno…, ¿vale?, en plan, etc. El uso repetitivo y constante de este tipo de palabras no sólo debilita el discurso sino que también resta madurez, poder y credibilidad.

Del mismo modo, evita emitir opiniones fundamentadas en estereotipos y prejuicios ya que esto te hará parecer incapaz de ponerte en el lugar del otro. Desarrollar la inteligencia emocional y tener tacto al elegir tus palabras es esencial, considerando que no todos piensan y sienten de la misma manera. Un líder excepcional comprende que antes de emitir una crítica, debe realizar una introspección autocrítica. Esto requiere de una buena dosis de humildad, madurez y autoconciencia. Lanzar críticas destructivas es fácil y comúnmente practicado por una gran masa. Controlar las emociones, en cambio, es una práctica de pocos privilegiados.

Por último, no subestimes el impacto de la escucha activa. Ésta constituye el punto de partida esencial para establecer una comunicación verbal saludable. Al escuchar con auténtico interés, fortaleces las conexiones y relaciones profesionales, al mismo tiempo que te posicionas como un facilitador y motivador para tu equipo.

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